Experiencia enoturística en la D.O. Ribera del Duero

Es posible disfrutar el vino más allá de la copa y la mesa. El enoturismo nos ofrece multitud de actividades de ocio relacionadas con el relax, la salud, la gastronomía, la naturaleza, el arte, etc. Y en la D.O. Ribera del Duero hay muy buenas opciones para quienes de vez en cuando se miman con una escapada.

¿Te has hospedado alguna vez en una bodega-hotel? En una pequeña población de Burgos cercana a Aranda de Duero, La Vid -su nombre lo dice todo-, encontramos una de esas bodegas con hotel: El Lagar de Isilla. El Duero, la historia de la tierra y el vino copan todos sus rincones y son los protagonistas de su ornamentación, incluida la decoración temática de sus habitaciones. Además de pasar allí una noche estupenda, visitamos la bodega y participamos en una cata de tres vinos excelentes maridados con una tapa por copa:

  1. Joven 2014 maridado con queso de la tierra con mermelada de tempranillo: un vino 100% tempranillo de un color morado con el ribete púrpura tirando a rosado y de capa media. Su aroma predominante recordaba a mora madura, que creaba unas expectativas que se confirmaban en el paladar. Un vino suave fácil de beber.
  2. Crianza 2010 maridado con salchichón ibérico de Guijuelo: coupage de tempranillo y 3% de merlot y cabernet sauvignon, fermentado en barrica de roble francés y americano durante 14 meses. De capa media, a la vista destaca por su color picota con un ribete que tira hacia teja, revelando información sobre su crianza. Esta crianza también se percibe en los aromas a madera y especiados. En la boca es un vino muy redondo y suave con poco protagonismo del alcohol.
  3. Vendimia seleccionada 2009 maridado con uvas de la variedad tempranillo bañadas en chocolate brasileño: vino elaborado 100% con uvas tempranillo procedentes de pagos con más de 90 años (al perecer dejan unos 10 racimos por sepa). Este caldo de viñas viejas es criado en barricas nuevas de roble francés durante más de 18 meses -tras realizar la fermentación maloláctica también en barrica-. Solo se produce en añadas excelentes. A pesar de su larga crianza, el vino mantiene su juventud tanto a la vista (colores violáceos, tono cardenalicio, capa alta) como en la boca (la fruta es protagonista frente a la madera). Es un vino muy equilibrado que destaca por un sabor que nos recuerda ligeramente a compota de fruta, cualidad que lo hace maridar a la perfección con platos que combinan sabores dulces y salados. Ideal incluso para dejar unos sorbos para después del postre.

Si te gusta el vino y hacer escapadas rurales de unos pocos días para desconectar, este tipo de planes te encantarán.

@winetemptation