Un vino exótico

Hay que dejarse sorprender. En un reciente viaje a Burdeos, no daba crédito cuando pedimos que nos recomendaran un vino en un restaurante, y nos propusieron una botella de Sudáfrica en lugar de un caldo de la tierra. Reconozco que aceptamos con incredulidad. ¡Y qué acierto!

Sudáfrica es uno de los principales productores de vino del mundo, y la variedad pinotage -un cruce de pinot noir y cinsaut-, su uva más emblemática. Probamos el Pinotage 2012 de Ayama, de la denominación de origen Voor Paardeberg, de la región vinícola Paarl. Su color rojo es intenso y en la boca es muy sedoso. Sobre todo destaca por sus aromas a plátano y canela. Marida a la perfección con todo tipo de comidas que combinen sabores dulces y salados, como esos platos con salsas de frutas tropicales como el coco. Una combinación muy exótica. Nosotros lo maridamos con un aperitivo de foie gras francés con gelatina dulce de vino. Una delicia.

Un leopardo, el logotipo de la bodega, luce en el etiquetado de la botella, rasgado por los arañazos de sus garras. Aunque su mirada es salvaje e inquietante, su sabor es manso y amable. Un vino fácil de beber y difícil de conseguir. El felino es silencioso y escurridizo.

@winetemptation

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